viernes, 20 de noviembre de 2009

La historia de Giselle

Los viernes comedia: Enchanted (2007). Antes que nada, al Cesar lo que es del Cesar: debo el conocer (y disfrutar) esta película a mi hija, entonces con 3 años. Fue la primera película que se tragó enterita y dos veces seguidas. Se la había alquilado una lluviosa tarde de domingo para pasar el rato pero fue tal el impacto que salí a comprarla enseguida a una de esas tiendas que monta El Corte Inglés y que no cierran nunca. Es este film un clásico “desclasicalizado”, una vuelta de tuerca a las películas Disney de princesas. Dirigida por el desconocido por estos pagos Kevin Lima e interpretada en los principales papeles por Patrick Dempsey, estrella juvenil reconvertido en médico “buenorro” de Anatomía de Grey, y Amy Adams, una estrella ya consagrada (ahora tiene en pantalla Julie y Julia con Meryl Streep, con la que trabajó en la dramática La duda) por la que ya confesé mi debilidad. El argumento: Giselle es una princesa de dibujos animados que vive en su casita del árbol, rodeada de muchos animalitos simpáticos que hablan, esperando que llegue su príncipe azul. Pero primero llega el Ogro y Giselle ha de huir para ser salvada in extremis por el príncipe, que también busca con quien compartir su amor. Después del feliz salvamento quedan para casarse al día siguiente, pero antes de la boda, la madrastra del príncipe (reina del reino y bruja, naturalmente) temerosa de perder su reinado la lanza al pozo mágico que comunica su mundo de fantasía con el nuestro. Y nuestra princesita, ya convertida en toda una mujer de carne y hueso, aparece en Times Square vestida de novia y en hora punta de salida de los trabajos. A partir de ahí hay un sinfín de momentos cómicos, canciones preciosas, emociones y el mundo al revés. Aparece otro príncipe aunque más que azul al principio es gris porque está desencantado del amor, divorciado y con una hija pequeña que mantener (y también con novia celosa), el príncipe de dibujos y la ardilla Peep viajan a través del pozo a rescatar a Giselle, también viene a este mundo el gordinflón ayudante del príncipe y espía de la reina para impedirlo. Y al final la mismísima reina, encarnada en el cuerpo de Susan Sarandon, ha de tomar cartas en el asunto. De principio a fin Disney Pictures se ríe de su misma. Todo está lleno de guiños y referencias a las películas clásicas, la música de Alan Menken (habitual de Disney) es fabulosa como siempre, todos los actores trabajan con un entusiasmo y una naturalidad sobresalientes y el conjunto brilla sobremanera. Al final todos felices comiendo perdices. Como los tiempos han cambiado, ahora el verdadero príncipe azul es divorciado y con niña, aunque al final ha de ser él el que sea rescatado de las garras del dragón por la aguerrida princesa, que en su paso de dibujo a persona conoce el verdadero amor, el dolor y los sentimientos encontrados. Eso sí, es muy apañada y de cualquier retalito que pilla se hace unos vestidos que ni los modistos de París, oiga. Y colorín colorado…..

El trailer nos enseña un poquito de todo y nos da una idea de qué va la película



Happy Working Song. Una clarísima referencia a la escena de Blancanieves limpiando la casa de los enanitos. La canción es una maravilla y la escena un prodigio de montaje y del rodaje con animales. Fue nominada al Oscar aunque no lo ganó.