martes, 10 de noviembre de 2009

El ínclito espectáculo

Mi pasión por los términos esdrújulos viene de lejísimos, de las clases académicas de semántica y lingüística allá por tiempos pretéritos. Siempre fui más de letras que no matemático y estaba eufórico con los árboles de análisis de las oraciones. Fue en un eléctrico encuentro mediático, viendo un programa en un canal autonómico, hallé un espíritu igual de quimérico cantando canciones paródicas de índole acústico. Era tan cáustico su aspecto mesiánico que quede impresionado de su porte excéntrico. Hállome pues en el intríngulis de presentar a este técnico de ámbito idiomático y dominio del léxico, hijo pródigo de las artes escénicas, ente sacrílego de la norma escolástica. Amable público: Javier Krahe.