lunes, 28 de junio de 2010

Carajo

¡Al fin! Llevaba yo guardando este chiste ni se sabe el tiempo pero siempre pasaba algo que acababa estropeando el momento: que si recusan un magistrado, que si se muere otro (ya es mala pata), que si ahora se quedan unos cuantos con el culo alegalmente al aire, que si se van a los toros, etc. El caso es que por una cosa o por otra el asunto no avanzaba. No avanzaba hasta que una mujer (como no podía ser de otra forma) cogió el toro por los cuernos y se dijo "por mis ovarios que habrá sentencia". Y efectivamente, hoy hemos tenido alumbramiento. Ha sido aborto, como no podía ser de otra forma despues de casi cuatro años de embarazo. Pero al fin los catalanes podemos salir a la calle a gritar, quemar containers, lanzar soflamas separatistas, comernos los niños crudos, escupir fuego y echarnos al monte. O no. Porque con lo de la crisis está la cosa "mu malamente". Igual no hacemos nada que las "vacas" estan ahí mismito y no vamos a perder el tiempo. Lo dicho: ¡Al fin!

miércoles, 23 de junio de 2010

Verbena

¡A la rica Verbena de San Juan! Sé que este mes está siendo muy liado para mí y tengo los blogs desatendidos pero no quería pasar sin desearos una buena verbena a todas y todos, que os lo paséis muy bien esta noche y todas las que vengan de este veranillo (en el que no se ponen de acuerdo si será el más caluroso que nunca o el más fresco que se recuerda) y daros muchos besos y abrazos. A ver si la semana que viene me centro y vuelvo con renovados bríos ;D
Mientras tanto, unas palabras de uno de los personajes imprescindibles de toda verbena que se precie...

viernes, 18 de junio de 2010

El Guateque

Los viernes comedia: The Party (1968). Ésta es la fiesta a la que todos nos gustaría acudir: hay diversión, comedia y bebida y un encantador personaje lleno de buena voluntad e intenciones, cosa que demuestra que en ocasiones la buena voluntad o las buenas intenciones son más peligrosas que un terremoto. Dirigida por Blake Edwards, supuso una nueva colaboración con el inolvidable Peter Sellers, conocido por su papel de Inspector Clouseau en La Pantera Rosa. El argumento: un actor hindú (Sellers), que sólo ha conseguido papeles de extra en Hollywood, tiene la rara habilidad de provocar pequeños y/o grandes desastres a su paso. El último ha sido volar por los aires el decorado de una película antes de la única toma que se podía hacer de él. Es despedido fulminantemente pero el destino hace que sea invitado por error a la fiesta que el productor de la mencionada película da en su mansión. A partir de la llegada de Sellers a la fiesta va desencadenando un pequeño reguero de situaciones disparatadas que van desarrollándose “in crescendo” hasta conseguir el caos total con todos los invitados en remojo, montañas de espuma, un elefante, colapsos nerviosos y muchísimas más situaciones desternillantes. Todo el humor es muy visual y hay pocos diálogos que lo respalden, la mayoría de las situaciones están basadas en la enorme bis cómica de Sellers, inconmensurable en sus gestos, en sus expresiones de sorpresa o en su ingenuidad para enfrentarse a los hechos que él mismo va desencadenando hasta convertirle en la imprevisible alma de la fiesta. Una película a todas luces recomendable, que nadie debería perderse. Una joya del humor inteligente como las que ya no se hacen. Traigo unas pocas situaciones de muestra.

El trailer



La risa



Empieza la cena



¡Cómo está el servicio!



Sigan a ese zapato



ESTAIS INVITADOS

jueves, 17 de junio de 2010

HOLA!!

Muy buenas. Confieso que no he estado de muy buen humor estos días. Además de por lo que ya expliqué porque, como buen géminis, la dualidad me persigue aunque con porcentajes desiguales. Se podría decir que soy un 70% optimista, un 20% pesimista, un 8% indiferente y un 2% ns/nc. Pero no hablemos más de mí que es un tema que me conozco demasiado. Sólo hago acto de presencia para dejaros un par de muestras de buen humor. En la primera vemos como, cuando todo parece perdido, nada como una actitud optimista y una cancioncilla pegadiza para encarar la vida.



Y un chiste anónimo que me han pasado.

La Tía Amparo

Mi anciana Tía Amparo era una mujer de 93 años que estaba particularmente afectada por la muerte reciente de su marido.

Ella decidió suicidarse y unirse a él en el más allá. Pensando que lo mejor para ella sería acabar rápido con el asunto, buscó su vieja pistola del ejército y tomó la decisión de dispararse un tiro al corazón, ya que estaba partido por el dolor de su pérdida.

No queriendo fallar el tiro al órgano vital y convertirse en un vegetal y una carga para sus familiares, llamó al consultorio de su médico para preguntar dónde se encontraba exactamente su corazón.

El Doctor le contestó: 'Tu corazón está justo debajo de tu teta izquierda'.






















Y a tomar por culo la rodilla.....

Pues eso, a pasarlo bien. A ver si pongo una peli un día de estos.

jueves, 10 de junio de 2010

Un camino de vuelta (8)

VIII

Cuando se dirige una organización, sea del tipo que sea, los cabos sueltos, los flecos, los temas a rematar, suelen ser origen de muchos dolores de cabeza si no se toman a tiempo las medidas correctoras. Esto lo sabía muy bien Carlos Woizeck alias “El Polaco”, alias “El Jefe”, puesto que llevaba dirigiendo el negocio de los bajos fondos de la ciudad desde hacía diez años. Durante este periodo las había visto de todos los colores, pero su política de puño de hierro, y los consejos que le dio el antiguo Jefe en su día, le habían servido para mantenerse en lo alto y crecer. Pero ya se sabe que, en cuanto te despistas, aparece un listillo que te la quiere jugar. En este caso el listillo había sido el Gordo Barnes, que pensó que podía manejar las cuentas como manejaba a las putas, a su antojo. Solucionado el “problema Barnes”, quedaban los flecos. El primero, Dimitri, ya estaba resuelto. Ahora parecía que el Inspector Caldén podría estar husmeando en el asunto, aunque era improbable que supiera nada a ciencia cierta. De todas maneras, se le vigilaría de cerca. Ese tipo de policías solitarios no eran de su gusto. El Jefe prefería a los adscritos a la “nómina”. Caldén se había mantenido al margen porque había venido rebotado de otro destino hacía unos años y sólo había querido pasar desapercibido. Si ahora quería cambiar de táctica, la cruda realidad le haría una visita.
- ¿Dijo algo más ese desgraciado? – La pregunta se la hizo el Jefe a uno de sus hombres que había venido a informarlo.
- No, sólo suplicó.
- Bueno, encárgate de él y vigila a Caldén, pero no actúes sin consultarme antes.
- ¿Y la putita de Barnes?
- No sabía nada de todo el asunto. Sin la financiación del Gordo volverá a la calle o acabará en cualquier cuchitril, que es lo mismo que decir que terminará siendo fuente de ingresos de una u otra forma.
Con un gesto de la cabeza el Jefe despidió al hombre. Mientras se deleitaba exhalando el humo de su cigarro habano, su pensamiento se concentró en la próxima jugada del plan: muerto Barnes y a buen recaudo los libros, el siguiente paso sería el control definitivo de la zona de la costa, allí estaba el futuro. Grandes zonas residenciales y de recreo de lujo, con puertos deportivos, casinos y locales nocturnos donde los ricos estarían deseando gastarse su dinero. El Jefe estaba preparando su salto de delincuente urbano a hombre de negocios respetable.
Era tarde ya, más de las doce sin duda y decidió acostarse. Antes de subir a su habitación, apagó la luz del gran salón y apartó con la mano la cortina del ventanal. Le gustaba contemplar la ciudad desde la oscuridad de su refugio. La misma ciudad que le había visto llegar de niño, un zarrapastroso salvaje crecido a base de los palos de su padre, un marino mercante que se había quedado cojo en un accidente. Hasta que, con doce años, decidió empujarlo escaleras abajo una noche que llegaba borracho como de costumbre. Luego vinieron sus inicios de chico para todo en la organización. Más tarde sus primeros trabajos como joven matón con agallas en las primeras guerras entre bandas por el control de los negocios del puerto. Allí consiguió su reputación de hombre duro, sin miedo ni moral. Pronto destacó y llamó la atención del anterior jefe, que lo tomó bajo su protección. Habían pasado muchos años, muchos negocios y muchos muertos, sí. Por eso consideraba que esa ciudad era suya, le pertenecía, hasta el último ladrillo, hasta la última alma. Cualquiera que se interpusiera en sus planes sólo podía acabar en el más espantoso de los finales.

(Continuará)

Dentro de este recorrido nostálgico por las series policíacas y detectivescas de mi infancia, llegamos a la mítica Hawaii 5-0 (1968-1980), que seguía las andanzas de un grupo de policías en las exóticas islas del archipiélago del Pacífico. Sin duda ésta es una de las mejores sintonías y cabeceras de todos los tiempos, desde la gigantesca ola del inicio hasta el meteórico zoom que nos lleva a la terraza del rascacielos y a su protagonista, Jack Lord. Por casa corrieron fotos suyas dedicadas, pues mi madre era superfan, recortó un cupón en una revista y le escribió a Hawai, a la productora. Y le contestaron y enviaron las fotos.

Nunca vienen solas

Estos días he estado un poco ausente como habréis notado, debido a eso que se llama concatenación de circunstancias desfavorables o, más popularmente, que las desgracias nunca vienen solas. Al hecho de cumplir cuarenta y ocho años se añadió el mismo día la pérdida de uno de mis dos empleos (o me hacían fijo o me rescindían), con lo que mi maltrecha economía ha sufrido un revés. En el suma y sigue viene a cumplir su parte la casualidad que a los cacos les ha dado por robar en el edificio en el que vivo (varios robos en pocas semanas, de día, reventando las puertas de entrada aprovechando la ausencia de los vecinos). Aún no me ha tocado, pero para prevenir sí me ha tocado reforzar la puerta y no lo cobran barato precisamente. Como la semana estaba siendo tranquila, mi hija decidió colaborar y se pegó un guarrazo en el patio del colegio. Resultado: carrera hasta urgencias y siete puntos en la barbilla, amén de su ausencia en las colonias del colegio esta semana (que ya estaban pagadas, ya veremos si me devuelven la pasta).
En fin, de todas formas no hay que desesperar. Ahora que sólo tengo un trabajo voy algo más descansado. De salud sigo más o menos bien y procuro reírme todo lo que puedo. En cuanto hay una ocasión ¡Zas! ahí estoy yo riéndome. Aunque no sé si me estaré pasando. Igual piensan que he perdido el otro tornillo (malas lenguas afirman que ya perdí un tornillo una vez pero este hecho no ha podido ser demostrado).
;D
Hasta ahora.

sábado, 5 de junio de 2010

Allá en el rancho grande...

Los viernes (o los sábados) comedia: Jalisco canta en Sevilla (1948). “Madre mía” debéis estar pensando “¡Qué nos está trayendo éste hoy aquí!”. Pues traigo una muestra representativa de un cierto tipo de cine patrio que se prodigó durante muchos años. Además traigo la primera coproducción hispano-mexicana de la historia. Y, por último, traigo también el debut oficial en el cine de la sin par Carmen Sevilla, todo por el mismo precio. Como partenaire de la española tenemos a Jorge Negrete, mexicano representante de la raza de los bien plantados, versión años 40, cantante, actor, ídolo de masas de la época en este y el otro lado del atlántico. Como anécdota jocosa de la historia, a Jorge Negrete se debe que, al llegar a Madrid para iniciar el rodaje y ante la nutrida e incluso histérica representación femenina española que le aguardaba (fenómeno inusitado en la España de la época) no se le ocurriera decir otra cosa que “¿Que en España no hay hombres?”, para irritación de la prensa afín al régimen (o sea toda). El argumento: Negrete y un colega, charros mexicanos y arruinados, viajan a Sevilla a cobrar la herencia que le ha caído al primero por parte de un tío abuelo lejano. Pero, por desgracia, cuando llegan la herencia se esfuma por un error. Gracias a que conocían a un torero español retirado que les da trabajo en su cortijo no se quedan en la calle. Una vez en dicho cortijo Negrete se enamora de la hija del ex torero (Carmen Sevilla) y la acaba conquistando, no sin antes los consabidos enredos y líos de amores. Al final hasta cobra la herencia y todos felices. La película es un encanto de puro kitsch y concede un rato de diversión simplona sin más pretensiones que ver con qué se quería distraer a nuestros abuelos.

Una de las canciones más conocidas de la película (y un buen corrido) a cargo de Jorge Negrete y El Trío Calaveras – Agua del pozo – cuando cree que Carmen lo ha toreado, cosa que un charro machote no puede consentir.




Jorge se pone sensiblón al ver la Giralda, porque ya sabe que “Sevilla tiene un color especial”.




NOVEDADES
De toda la panoplia de estrenos, naturalmente me quedo con Kick Ass, algo así como “Patea culos”, una descontrolada adaptación de un cómic (y ya van no sé cuantas, si no existieran los tebeos ¿Qué harían en Hollywood?) que parodia los superhéroes a través de las aventuras de un adolescente inadaptado, una niña con mala leche y un padre justiciero. Sin alcanzar la mala ostia del cómic, la película es toda una montaña rusa de acción. Mi favorita es Hit-Girl, esta niña dará que hablar.




Buen fin de semana (en el que ya estamos). Siento el retraso pero esta semana ha sido muy larga y muy corta a la vez (otro día lo explico).

martes, 1 de junio de 2010

Un artista

Los que seguís este rinconcito de manías y demás tonterías varias ya sabéis que de tanto en tanto me da por poner un poquito de pintura, algunas cosas que conozco y otras que voy descubriendo. Por lo general me fascina ese tipo de pintura que, manifestándose como tal, intenta ese acercamiento a la realidad casi de un modo fotográfico, ese guiño al ojo humano en la captura del momento. La transformación simulada del momento pictórico, pausado, contemplativo, en instante fugaz. Traigo una breve muestra de un artista, en mi opinión, fantástico: David Casals. Si os interesara lo que vais a ver, podéis visitar su WEB en la que encontraréis una muestra más amplia de sus trabajos. A regalarse la vista.