viernes, 6 de noviembre de 2009

Las vacaciones del señor Hulot

Los viernes comedia: Les Vacances de Monsieur Hulot (1953). Estamos ante un genio del cine y una de sus geniales películas. El genio es Jacques Tatischeff, Jacques Tati, actor y director francés de origen ruso, y ésta de hoy es Las vacaciones del señor Hulot, alter ego y protagonista de casi toda la filmografía de Tati. No son sus películas comedias románticas ni nada que se le parezca. Estamos ante la quintaesencia del humor, el gag visual y el efecto sonoro, prácticamente no hay diálogos en sus películas y los que hay dicen más a través de la entonación y del personaje que las propias palabras en sí. El humor es limpio, sencillo, de una gestualidad enternecedora, y a la vez denota una capacidad de observación de lo cotidiano extraordinaria. Con mimbres en apariencia simples Tati es capaz de volver el mundo del revés y enseñarnos el aspecto cómico y ridículo de nuestros comportamientos. No hay un argumento porque aparentemente no pasa nada o casi nada: el señor Hulot se va de vacaciones a un pequeño pueblecito de la costa y se aloja en un hotelito junto al mar, en una época en que las vacaciones eran paz y sosiego y solo los niños aportaban la nota bulliciosa. La llegada de Hulot, sus idas y venidas, su encanto, van sembrando a su paso una serie de pequeñas catástrofes que turban la placidez del resto de los turistas. En apariencia nada del otro mundo. Pero vi esta película en el cine, cuando apenas tendría yo 10 ó 12 años y nuestro profesor de francés del colegio nos llevó a una sesión matinal, y reí, reí y reí. He reído todas las veces que la he vuelto a ver (ésta y sus otras películas). Y ahora que he vuelto a ver varios fragmentos mientras preparaba el post, he vuelto a reír como entonces.
Frente a los malos diálogos, los tostones alimenticios con los que nos regalan muchos actores y directores, el ruido ensordecedor de la mayoría de las películas actuales y la falta de imaginación del cine de hoy, os recomiendo que consigáis este film y dediquéis una velada a disfrutar de verdad.

Hulot llega al hotel. En apenas unos planos venos la diferencia entre el turista Hulot y casi todos los demás. La definición de arquetipos es magistral.



El almuerzo. Es ésta una muestra del tipo de diálogos de sus películas, una nube sonora que aparece y sobrevuela a los personajes.



La partida de cartas. Para mi gusto de lo mejor del film. Hulot provoca un maremoto social sin ser ni remotamente consciente de ello (como siempre).



Para terminar, un principio. El principio de su siguiente film, Mon Oncle, ya en color, ganador del Oscar a la mejor película de habla no inglesa y premio especial de Cannes. Y sobre todo la música, esa música que estoy seguro habréis oído muchas veces, repetida otras tantas como sintonía de programas, fondo sonoro de todo tipo de imágenes generalmente costumbristas y entrañables. Pues esa música es de esta película del genial Jacques Tati.