Hoy, en el Palau Sant Jordi, tiene lugar el homenaje a Pepe Rubianes por parte de sus compañeros, amigos y el público en general. Glosar aquí la figura de Pepe Rubianes ocuparía horas y horas. A nivel personal, he de decir que Pepe fue muy importante para mí, sin él ser consciente de ello. Es esa cualidad de los grandes artistas: ayudan con su arte, son generosos con su público, dan y, por lo tanto, reciben.
Podemos hablar, y no parar, de su inteligencia, de su mordacidad, su ternura, su sentido del humor y su sentido práctico de las cosas, sus tablas escénicas y sus tablas de la vida, su amor, su generosidad y su trabajo desinteresado cuando dejaba los escenarios y viajaba al mundo de los necesitados, su…
¡Qué huérfanos nos hemos quedado sin Pepe! Y ¡cuanta falta nos hará esa voz para poner ese punto de guasa que le hace falta a la vida!
Pepe Rubianes, actor galaicocatalán, galaico porque nació en Galicia, aunque casi nunca vivió allí. Y catalán, porque vivió en Cataluña, aunque casi nunca nació aquí.
¡¡Hasta siempre Pepe!! Y, como tú decías, para todos esos chupones, mendrugos y demás ralea: ¡A cagar a la playa!