viernes, 12 de junio de 2009

Cada vez más rápido

Leo con interés en la prensa de estos días que sesudos estudios científicos recientes han demostrado fehacientemente que nuestras chicas llegan un año antes a la pubertad que hace apenas una década.
“Ya está aquí el abuelo cebolleta a soltarnos un discurso de los suyos”
Las causas indicadas por los expertos para este hecho apuntan a la química moderna de los alimentos como aceleradora de los procesos hormonales que adelantarían la maduración del organismo. Pero no creo yo que sea ésta la única causa.
“¡OH, no! No es un discurso ¡Es una teoría!”
Mi teoría (sí, he dicho teoría) es que la velocidad de nuestro mundo no conoce límites ni fronteras, por lo que es lógico suponer que todos nuestros ámbitos se vean invadidos por este frenesí cinético.
“¿Qué tiene que ver el cine con todo esto?”
Además, el mercado, el mayor impulsor de velocidad, ávido de nuevos ciudadanos consumidores, espolea la incorporación temprana de nuestra infancia con fines meramente mercantilistas.
“¡Ay, ay, ay, que ya sé por donde va!”
Como consecuencia de todo lo anterior, no es extraño que el organismo femenino se vea impelido a desarrollarse cada vez más pronto. Se reduce la infancia, se adelanta la adolescencia y ésta se difumina en una adultez precoz, convirtiendo a nuestras niñas/adolescentes en mujeres adelantadas listas para el mercado. De todo este fenómeno viven industrias como el ocio, la moda, la cosmética o los mismos medios de comunicación, en concreto los especializados en el mundo juvenil.
“Si el mercado es tan listo y tan malo ¿Cómo es que este proceso no afecta a los varones?”
No es necesario. En unas generaciones más de maduración sexual precoz por parte de las chicas más la misma presión que recibe de la sociedad, el organismo de los chicos se verá impelido por un proceso adaptativo a adelantar su evolución, so pena de crearse un desfase, pues la naturaleza siempre tiende a equilibrarse. Y si se piensa que esto es descabellado, sólo hay que fijarse en la más pronta iniciación sexual y el crecimiento exponencial de los embarazos en adolescentes en edad más temprana.
“Necesito un Nervocalm, ya me duele la cabeza”
Hace falta educación, educación, educación. Aunque, a veces, creo que a los que hay que educar primero es a los padres. Por cierto, pruebe con Sosegon, el Nervocalm lo retiraron del mercado.
“Deje en paz a los padres, que bastante tienen con pagar la hipoteca con la que está cayendo. Para desengrasar, una sonrisa”