viernes, 12 de febrero de 2010

El astronauta

Los viernes comedia: El astronauta (1970). Esta película de hoy entraría, para muchos, en un género propio que no sé si goza de parangón en ninguna otra cinematografía internacional: la españolada. La españolada vendría a ser algo así como la perpetración de un crimen fílmico, con nocturnidad y alevosía, consistente en deformar, hasta un nivel más allá de lo paródico, una historia o argumento tomados de cualquier ámbito de las artes (el cine incluido) y de un origen, con frecuencia, foráneo. Sin embargo, aunque españoladas en el cine español ha habido muchas, hay elementos en ésta, y otras películas, para afirmar que lo que había en realidad era mucha mala leche soterrada y una capacidad para reírse de las miserias de la “una, grande y libre” en las mismas barbas de la censura que ya las quisiéramos ahora para cantarles las cuarenta a nuestros políticos actuales. No digo con esto que ésa fuera la intención clara del director, guionistas y actores de esta película, pero al igual que el niño del cuento no decía que el rey estaba desnudo para efectuar ninguna denuncia sino para hacer constar, sin quererlo, la estupidez y ambición humanas, la guasa y la risa de ésta y otras muchas películas también hacían constar, quizá también sin quererlo, la caspa, la mediocridad, el atraso y la cutrez de una España aún a cinco años para la muerte de Franco. El argumento: en la muy castiza población de Minglanillas tiene su sede la recién constituida S.A.N.A. (Sociedad Anónima de Naves Aeroespaciales) que se prepara a construir la primera nave nacional para poner en la Luna el primer astronauta español, Pepe Fernández (Tony Leblanc). Para solucionar los problemas científicos que se van presentando cuentan con Don Anselmo (José Luis López Vázquez), profesor de matemáticas retirado que asegura haberle dado clases a Von Braun (entre otras cosas, diseñador de las V2 nazis y del cohete Saturno que puso de verdad al hombre en la Luna). También forman parte del equipo “técnico” Faustino el carpintero (Francisco Cano, Locomotoro para los que se acuerden), Saturnino el pintor (José Sazatornil), Hilario el electricista (Rafael Alonso), Valeriano el lechero (José Luis Coll), Don Gregorio presidente de la SANA (Antonio Ferrandis) y no podía faltar Matías, técnico en fuegos artificiales (Antonio Ozores). El nombre de la nave lo dice todo: Cibeles I. Tras las estrambóticas fases de construcción de la nave y adiestramiento del piloto, se produce el lanzamiento, que tras el éxito inicial (la nave despega, increíble pero cierto) deviene fracaso, pues la nave aterriza antes de lo previsto, aunque el astronauta Pepe no lo sabe y cree estar en la Luna. Se produce uno de los mejores gags de la película (y hay muchos), Pepe ha “alunizado” en Almería y cuando va con la enseña nacional dispuesto a reclamar para España aquellas tierras ignotas, aparece en el horizonte el Séptimo de Caballería, pues en realidad a ido a parar en medio del rodaje de un Spaghetti Western. Aquí dejo el trailer para abrir boca.



Fue Tony Leblanc un actor muy famoso en su época, con títulos taquilleros como “El tigre de Chamberí”, “Las chicas de la Cruz Roja” e “Historias de la televisión”, aunque las mejores son sin duda la de hoy y la magnífica “El hombre que se quiso matar” (1973) de la que no he conseguido imágenes aún pero no cejo en el empeño. Su popularidad se acrecentó con la televisión, en la que realizó numerosas actuaciones y especiales. He aquí uno de sus más conocidos números: La manzana.



Besos y abrazos a tod@s y buen fin de semana.