viernes, 19 de marzo de 2010

Arsénico y puntillas

El viernes comedia: Arsenic and old lace (1944). Si nadie ha visto nunca a Cary Grant desmelenarse en una película, con toda una colección de muecas, guiños, tics y gestos de pasmo de lo más variado, aquí tenéis la oportunidad. Nunca antes (y nunca después) Cary pudo dar rienda suelta a todo su histrionismo, pues sus comedias eran más sofisticadas, con diálogos repletos de réplicas ingeniosas y tramas en absoluto tan disparatadas como en el film de hoy. El director es Frank Capra, del que traje hace unas semanas “Sucedió una noche”, especializado en todo tipo de comedias, aunque sin duda su película más recordada sea “¡Qué bello es vivir!”, de tono más lacrimógeno. El argumento: Mortimer (evidentemente Cary Grant) es un escritor y periodista que siempre ha criticado el matrimonio en sus libros y artículos, pero ha acabado sucumbiendo a los encantos de la rubia vecina de sus tías, unas entrañables ancianitas, y se ha casado esa mañana. Antes de partir de luna de miel, la pareja hace una parada en casa de las adorables tías y, mientras la novia va a su casa de soltera a recoger el equipaje, Morty va a despedirse de las ancianitas y de su propio hermano, Teddy, (que se cree Theodore Roosevelt, el presidente americano). Mientras está en ello, descubre accidentalmente el cadáver de un anciano dentro de un arcón. Su sorpresa es mayúscula, pero nada en comparación al saber por boca de sus tías que son ellas las asesinas del anciano, al que han envenenado con arsénico en el vino. No repuesto de esa noticia, llega otra aún más estremecedora: sus tías llevan ya un tiempo “liquidando” a los ancianitos solitarios y sin familia a los que alquilan la habitación que tienen disponible, para evitarles el sufrimiento y la soledad de sus últimos años. Y que es Teddy el que cava las tumbas en el sótano creyendo que son para los trabajadores del canal de Panamá víctimas de la malaria. Cuando la cosa no puede estar más desquiciada, entra en escena Jonathan, otro hermano de Morty, un asesino psicópata que huye de la justicia acompañado por un alcoholizado cirujano plástico que ha de volver a reconstruir el rostro de Jonathan, pues la última vez lo hizo muy parecido al actor de películas de terror Boris Karloff. Además, ambos traen su “propio” cadáver a la casa, el de su última víctima y, al descubrir la “afición” de las tías y la nueva tumba que cava Teddy, quieren aprovecharla para su fiambre. Morty asiste a la descoyuntante escena en la que sus tías se oponen rotundamente, pues su tumba es para su muerto (un señor respetable) ¡Vete a saber quien era y donde habrá estado ese otro difunto! Si Cary Grant llega a abrir un poco más los ojos se le habría vuelto del revés la cabeza.

La película es una auténtica montaña rusa en la que cada golpe es aún mejor que el anterior y donde no hay respiro posible. Las palabras de Cary Grant en el trailer lo describen perfectamente.



Éste es el momento en que Morty empieza a descubrir la verdad acerca de sus tías.



Aquí la llegada de Jonathan acompañado de su cirujano de cabecera. Realmente, el careto de ese hombre da miedo de verdad.



En definitiva, una maravilla de película que el que no haya visto ha de ver sin ninguna duda.

NOVEDADES

Esta semana está la cosa un poco floja, pero siempre hay algún film que destacar. Además ya conocéis mi pasión por la sci-fi, así que la película que traigo es, evidentemente, El libro de Eli, una nueva visión acerca de un apocalíptico futuro en la que un hombre solitario, atravesando la tierra yerma, custodia un libro que puede salvar los escasos restos de humanidad que aún sobreviven. Ese libro es la Biblia. Como puntos a favor tendríamos a Denzel Washington de protagonista, una muy buena ambientación y actores de solvencia (Gary Oldman de villano, Jennifer Beals, Tom Waits, Malcom McDowell). En contra, una mezcla algo superficial de la idea de Dios como justificación de cualquier acto. En la crítica hay, de momento, división de opiniones. Ya se verá.



Buen fin de semana a todos.