viernes, 11 de diciembre de 2009

El hombre tranquilo

Los viernes comedia: The Quiet Man (1952). Ésta es, en mi opinión, la mejor película del director John Ford y sin embargo no es un western, aunque tiene la esencia (y la mayor parte de los actores) de los westerns de Ford. Trabajando con el paisaje irlandés, de la misma manera que hiciera con los desérticos parajes de Monument Valley en Estados Unidos, dota a esta comedia de un encanto y un atractivo que los años no pueden marchitar. Entre los habituales de Ford están John Wayne, Ward Bond o Víctor McLaglen, contando además con la maravillosa pelirroja Maureen O’Hara y el pedazo de actor (a pesar de su estatura) Barry Fitzgerald. El argumento: Sean (John Wayne) vuelve desde América a su pueblo natal de Irlanda, Innisfree, que dejó siendo niño. Con el dinero ganado como campeón de boxeo compra la vieja casita familiar, ahora en manos de la viuda rica del pueblo, lo que le enemista con su vecino Will Danaher (McLaglen). Para empeorar las cosas conoce y se enamora de la hermana de éste, Mary Kate (Maureen O’Hara) una pelirroja de armas tomar, que solo se casará con el permiso de su hermano, su dote y su ajuar. Para desenredar el curioso triángulo interviene el casamentero del pueblo (y borracho oficioso) Mike Flynn (Fitzgerald) que con la ayuda de algunos más (incluidos el cura católico –Ward Bond- y el protestante del pueblo) engañan a Will Danaher para que consienta la boda de su hermana con vistas a que él se case con la viuda rica que le hace tilín. En la boda se descubre el pastel y Mary Kate se queda casada, sin dote, sin ajuar y con su marido en el suelo noqueado por su furibundo hermano. Aunque posteriormente recuperará su ajuar, su hermano se negará en redondo a pagar dicha dote. A lo largo de la película se suceden los momentos de provocación para que Sean pelee pero el siempre rehúsa por lo que hasta su mujer cree que es un cobarde. Lo que sucede es que él esconde un terrible secreto de su época de boxeador: mató a un contrincante en un combate y se juró no volver a pelear jamás. La idiosincrasia de la Irlanda rural también está presente en el film, con tipos bebedores, vagos, sin ninguna prisa, pero listos a liarse a puñetazos a las primeras de cambio. Los deliciosos momentos de comedia se suceden, alternados con los de tensión dramática y romántica, hasta el desenlace de la gran escena coral del final, en la que los enemigos se reconcilian, los esposos se rejuntan y las aguas, y la tranquilidad, vuelven a su cauce. He dicho antes que éste no era un western pero tenía su esencia: el hombre solitario que llega a un pueblo, se enamora de la hermana del matón (que es su enemigo), compra las tierras que éste quería y ha de defender su hombría a puñetazos para hacerse valer. Además hay muchas escenas de taberna y una carrera de caballos. Al final va a resultar que sí era un western.

El trailer



Mary Kate y Flint cerrando el trato.



La boda y la canción del cura.



Mary Kate cantando cuando ya le han traído los muebles (pero no el dinero).



Sean trae a Mary Kate de vuelta.