jueves, 10 de diciembre de 2009

Déjelas cortas

¿Tristeza? ¿Abatimiento? ¿Depresión? ¿Nada tiene sentido? ¿Sus hijos le odian? ¿Su suegra se le ha instalado en casa a pan y cuchillo? ¿En el trabajo es usted el último cero a la izquierda de una larga lista de ceros? ¿Su mujer se ha ido con otro y a usted no le ha dado tiempo a irse con ellos? ¡No desespere buen hombre! He aquí el remedio infalible para todo mal, mano (y hasta brazo) de santo, la cura benito, el bálsamo de fierabrás, el Tamiflú de los inapetentes, la jaculatoria de los apáticos, la Viagra de los expedientados, el agua del carmen de los timoratos, el aceite de ricino de los disolutos. Una sola dosis ha de bastar. Más no teman las buenas gentes que se puede repetir las veces que hagan falta. Eso sí: quédese a solas, ciérrese la puerta de la habitación, apáguese cualquier aparato molesto, desconéctese el teléfono, céntrese frente a la pantalla y disfrute. Su situación no cambiará pero su forma de verla sí.
Ya sé que no soy original y que este video ha recorrido y recorre los blogs con profusión pero ¡Qué caray! ¡Cuando algo vale, es bueno y gratis no han de escatimarse las ocasiones!