¡60 años! ¡Y parece que fue ayer! Parece que fue ayer que a la tercera, que va la vencida, dio en el clavo y con el disco Born to run se inició una carrera que, aún con altibajos, no ha parado hasta hoy, alcanzando ese status de roquero honesto, entregado, leyenda del Rock, “el jefe”, adorado, que llena los estadios que le echen y más.Figura clave de la música, surgió cuando el amasijo de tendencias de los 70 amenazaba con ahogar la esencia de lo que un día se llamó Rock and Roll. Cosechó con este disco el éxito de crítica y ventas que los dos primeros no consiguieron. Saltó de viajar en furgoneta por esas solitarias carreteras tan yankees a llenar estadios, a viajar por el mundo con muchos camiones y equipo. Por el camino, mucho esfuerzo, un tesón y unas ganas que si los políticos las aplicaran a la paz mundial otro gallo nos cantara, una jugarreta (Reagan y los conservadores se apropiaron de su Born in the USA para las presidenciales de aquel año), un matrimonio roto, crisis de éxito, un once de septiembre y otro disco capital – The Rising – y la vuelta a las esencias y a los corazones de los fans, de los que en realidad nunca se fue.
¿Se puede seguir siendo un roquero honesto con 60 años? Si alguien puede, ese es BRUCE SPRINGSTEEN.
¡¡¡FELICIDADES!!!
Aquí está la canción que da título al disco con el que empezó todo, a cargo de Bruce y la banda del sombrero: Born to run, nacido para correr. No podía ser de otra manera.
