miércoles, 23 de septiembre de 2009

HOY PROGRAMA DOBLE: El individuo "No"

Casos prácticos sobre individuos “enfermedad”, gente que con su sola presencia puede hacernos enfermar e incluso morir, a cargo del profesor Cornelius T. Wainwright, catedrático emérito de la Universidad de Maguncia y fundador del Estupefaccionismo, corriente filosófica que aboga por mantener siempre la capacidad de sorpresa como método defensivo frente a la realidad actual. Hoy: El individuo “No”.

Como es habitual, el Diccionario de la Lengua Española nos trae sus sabias palabras.

No.
(Del lat. non).
1. adv. neg. U. para negar, principalmente respondiendo a una pregunta.

En el caso del individuo “No”, la negación no ha de entenderse como la manifestación de algún tipo de postura antisocial alternativa o antisistema. De hecho, los estudios demuestran que la gran mayoría de individuos “No” son por naturaleza conservadores. La negación, en estos individuos, es una afirmación de su trastorno obsesivo por desajustar conductas ajenas. Los ejemplos, una vez más, iluminaran el concepto.

Ejemplo 1.
Sujeto 1: Estoy pensando que voy a comprarme el traje que vi el otro día, el azul oscuro.
Sujeto 2: No hagas semejante tontería.
S1: ¿Por qué? ¡Si me hace falta para el trabajo y esta bien de precio!
S2: No te hace falta tanta formalidad para el trabajo, que sólo eres administrativa. Además, mucho o poco, es dinero que gastas tontamente. Como has ido hasta ahora ya vas bien.
S1: Pero…quiero dar buena imagen. Se rumorea que habrá cambios y harán falta secretarias para nuevos cargos. Eso sería un incremento de ingresos bueno.
S2: No te hagas adicta a radio macuto a estas alturas, que te lo crees todo. Esas plazas nuevas, si es que existen, estarán más que dadas.
S1: ¿Y qué hay de las aspiraciones profesionales? No quiero estar siempre de administrativa.
S2: No esperes y no te defraudarás. Hay que saber aceptar el sitio de cada uno.
S1: Ya…sí…no sé….quizá tengas razón…

Ejemplo 2.
Sujeto 1: ¿Qué te parece mi equipo de ciclista? Voy a seguir la recomendación del médico y me he apuntado con los de la oficina a pedalear los sábados por la mañana en el velódromo.
Sujeto 2: No me gusta nada. Pareces una salchicha prensada.
S1: ¡Mujer! Ya sé que me sobran unos kilitos pero no son tantos y es una forma saludable de perderlos.
S2: No seas hipócrita. Lo que vais es a pegaros el almuerzo padre. Y encima me dejas sola las mañanas de los sábados cuando hay que hacer la compra.
S1: Pero si viene hasta el médico de la empresa a hacernos el seguimiento. Además, la compra ¿No la haces por Internet y nos la traen a casa?
S2: No me cambies de tema. Vas a hacer el ridículo, como siempre, y lo dejarás a medias. Habrás gastado el dinero y otro trasto más al garaje.
S1: Yo pensé que te haría ilusión que adelgazara un poquito y…
S2: No pienses tanto.

El lector avispado habrá observado que hay ciertos paralelismos entre los patrones de conducta del individuo “Pega” y el individuo “No”, si bien hemos de remarcar que el objetivo final de cada tipología es diferente, en cuanto el individuo “No” adolece de la inseguridad que en muchas formas caracteriza al individuo “Pega”, no siendo por ello menos dañinas las consecuencias para las personas que con él se relacionan que de su actuación se derivan: estrés, inseguridad, irritabilidad, alteraciones del sueño, etc.
Como siempre, aconsejamos alejarse y no tener contacto con este tipo de personas, pero si ello no fuera posible (por las ya consabidas formas de relación sentimental legalmente establecida o parentesco en grados próximos) recomendamos la terapia “Amelie", consistente en hacer a dicho individuo la más intensa y extrema “luz de gas”. Los que hayan visto la película a la que hace referencia el nombre de la terapia sabrán enseguida a qué me estoy refiriendo.

Hasta próximos casos.