lunes, 14 de septiembre de 2009

¿Eres feliz?

- ¿Eres feliz?
- ¡Ja! ¡Vaya pregunta que haces! ¡Que hoy es lunes!
- Hombre….no ha de ser tan complicado….sí….no….a veces….estoy en ello…. Entre el sí y el no hay un amplio espectro para elegir.
- ¡Tú sí que eres un espectro! Además, tu pregunta presupone ciertas cosas que no están del todo claras.
- ¿Como por ejemplo?
- Como por ejemplo que exista al menos un tipo de felicidad que se pueda alcanzar en esta sociedad, que dicha felicidad merezca ser alcanzada, que, así mismo, existan unos elementos o herramientas con las que alcanzarla, que yo tenga o pueda tener dichos elementos y que quiera utilizarlos a tal fin.
- ¡Pues sí que estás patafísico! ¿No has dicho que era lunes?
- Entonces ¿Ves que las cosas no están tan claras para responder a tu pregunta?
- Veo que si quisieras responder responderías.
- Te lo diré de otra manera: esta sociedad en la que estamos únicamente propone intentar alcanzar una felicidad concreta. Y digo “intentar” y no “conseguir” porque ni quiere ni desea que la alcancemos. La sociedad actual está basada en actos serializados, basados en el consumo, con los que intentar satisfacer necesidades, reales o inducidas, que garantizarían la gratificación, pero que en realidad no lo hacen. Por lo que se ha de volver a consumir y desechar lo anterior en un nuevo intento, para que el flujo de dinero siga corriendo. Y así, ad infinítum.
- Pero se puede optar por otras vías, otras alternativas que ofrece la misma sociedad.
- Falso. La sociedad no ofrece alternativas: el que no busca, o no puede buscar, la felicidad por esa vía es apartado y no existe, desaparece. Los pobres, los parias, los realmente alternativos, son invisibles, no cuentan, son desechables.
- ¿A quien estás leyendo últimamente?
- A Zygmunt Bauman, “Vida de consumo”.
- ¡ACABÁRAMOS! Te he dicho mil veces que no leas a sociólogos polacos en ayunas, que luego te sientan mal.
- Ríete si quieres, pero en esta sociedad si no compras o no puedes comprar, no cuentas, no eres nadie. Fíjate que en las crisis, como la de ahora, siempre se habla de “reactivar el consumo” como la solución. Has de consumir aunque no lo necesites, aunque luego lo tires. No importa. Solo importa que la rueda gire. Los ciudadanos somos otro producto más.
- Pero, al final ¿Eres feliz o qué?