martes, 8 de septiembre de 2009

El individuo "Duda"

Casos prácticos sobre individuos “enfermedad”, gente que con su sola presencia puede hacernos enfermar e incluso morir, a cargo del profesor Cornelius T. Wainwright, catedrático emérito de la Universidad de Maguncia y fundador del Estupefaccionismo, corriente filosófica que aboga por mantener siempre la capacidad de sorpresa como método defensivo frente a la realidad actual. Hoy: El individuo “Duda”.

Dejemos que, como siempre, sea el Diccionario de la Lengua Española quien nos ilumine con sus sabias palabras:

duda.
(De dudar).
1. f. Suspensión o indeterminación del ánimo entre dos juicios o dos decisiones, o bien acerca de un hecho o una noticia.

Como bien nos indica esta definición, el individuo “Duda” es aquel que es presa fácil de la indecisión pero que, no conformándose con ello, quiere hacer presos a todos los que le rodean, pues del dudar ha hecho “su” verdad. Siempre unos ejemplos nos aclararán mejor el concepto.

Ejemplo 1.
Sujeto 1: ¿Qué tono de pintura, de estos dos, le quedará mejor a la salita?
Sujeto 2: Me gustan los dos pero el verde claro le va mejor a nuestros muebles.
S1: ¿Tú crees? ¿No sería mejor este rosa palo?
S2: Mujer…tampoco está mal, pero el verde lo veo más adecuado.
S1: No me convence…creo que el rosa iría mejor ¿No? Lo veo más suave, menos hostil. Piensa que en la salita recibiremos a las visitas…
S2: Bueno, sí, quizá tengas razón, si te convence más el rosa, ya he dicho que no está mal, pues pongamos el rosa.
S1: Sí pero…mirándolo bien el rosa queda un poco insulso, parecerá que no tenemos personalidad. El verde es más señor ¿No crees?
S2: Bueno…quizá sí, no sé. Antes me gustaba más el verde, pero ya me habías convencido del rosa.
S1: Sí pero el rosa lo veo flojo, pero el verde es muy subido y…no sé ¿No podemos volver a mirar la carta de colores?
S2: Hemos tardado tres semanas, mirando la carta, en llegar a estos dos ¿Me dices que hemos de empezar otra vez?
S1: Si me quisieras…

Ejemplo 2.
Sujeto 1: El domingo es el cumpleaños de fulano pero no sé si llamar para felicitarlo…
Sujeto 2: Pero… ¿No es tu amigo?
S1: Mujer, amigo, amigo… no tanto.
S2: Pero si erais culo y mierda, todo el día juntos en la facultad y luego, en vuestros curros, emilio para arriba emilio para abajo.
S1: Sí, pero luego nos distanciamos. Además sé que habló mal de mí a unos compañeros.
S2: No sabía. Bueno, pues entonces, mejor que no le llames, sí.
S1: Pero quizá debería darle la oportunidad que se explique ¿No?
S2: Vale, pues entonces llámale.
S1: Sí, y encima rebajarme, claro.
S2: Me siento como la perdiz…
S1: ¿…?
S2: ¡Mareada! ¡Tío! ¡Mareada!

Ejemplo 3.
Sujeto 1: Bueno Peláez, aquí tienes los dos eslóganes para la campaña del nuevo producto, montados en los carteles como me pediste, para poder elegir. Han quedado fantásticos. Cualquiera de los dos sería estupendo. ¿Cómo los ves?
Sujeto 2: Están bien, sí. Pero no acabo de decidirme…
S1: Pues está en tus manos y no podemos demorarnos más, que se termina el plazo y los de arriba aprietan.
S2: Sí, sí, pero ahora montados en los carteles… no sé… no les veo la chispa…
S1: Pero tú propusiste estos dos y en la reunión de marketing desechamos todos los demás.
S2: Pero parecen muy repetitivos y tienen un estilo muy de la competencia. Ahora no me convencen. Recuperaremos los desechados y veremos qué se puede aprovechar. Hay que convocar otra reunión urgente para esta tarde. Y di a todo el mundo que se preparen por si han de quedarse toda la noche.
S1: Sí, bueno, quizá sea la única alternativa, dado el tiempo que tenemos pero esto va a caer como una bomba. No sé como se lo van a tomar en publicidad.
S2: De todas formas, me lo pienso. Déjame una hora para que decida si elijo uno de estos o hacemos la reunión. Que todo el mundo esté preparado por si acaso.
S1: Eh… Sí… bien… vale. Me vuelve a doler la cabeza. Me voy a tomar una tila.

El individuo “Duda”, como se aprecia en los ejemplos, necesita transmitir su estado a los demás, aunque sería mejor decir traspasar o contagiar, pues sólo la existencia de una comunidad de “dudantes” le permite diluir su natural aprensión por las cosas claras. El paradigma de felicidad del individuo “Duda” serían las elecciones democráticas de resultado incierto, pues en ellas puede jugar a todas las bandas y sembrar “su verdad”, que suele envolver con aires socráticos, desvirtuando la intención original del filósofo.

¿Cual debe ser nuestra actitud frente a estas personas? Como en otros casos de individuos insanos, apartarlas de nuestra experiencia vital a toda costa, pues su contacto es altamente pernicioso para el equilibrio psíquico y emocional y, por ende, se pueden somatizar graves alteraciones físicas que sería largo enumerar.

Si pese al consejo anterior, se encuentra uno ante una situación en la que no puede apartarse de dicho tipo de personas (vínculo familiar estrecho o matrimonio, por ejemplo, ya que dichas personas sí suelen ser decididas a la hora de atrapar incautos/as), si se es religioso recomendamos acrecentar la fe hasta niveles paroxísticos, pues el individuo “Duda” no tolera bien tal fortaleza en las creencias y tiende a apartarse. Si, por contra, no se es religioso, compren un perro sanguinario y hambriento y déjenlo suelto en la casa junto al sujeto hasta que se solucione el problema. Se puede sustituir el perro por abejas asesinas o arañas venenosas.

Hasta próximos casos.