miércoles, 9 de septiembre de 2009

Cántico Número 1

Tranquilos que no he visto la luz, por lo menos no ésa. El tema va por otros derroteros.
Antes de ser ídolos de jovencitas y no tan jovencitas, icono gay, creadores de baladas blandas e insulsas canciones pop para las radiofórmulas, Spandau Ballet pudo tener un futuro musical alternativo. El porqué no se prosiguió en esa línea imagino que estuvo ligado a las presiones discográficas, a la época de ñoñería popera que caracterizó la primera mitad de los 80 y al duelo con Duran Duran para ver quien ponía el mejor perfil frente a las cámaras. En cualquier caso y fuera por lo que fuera, el grupo atesoraba el suficiente talento para hacer más de lo que hizo (ya saben: ésta es mi humilde opinión).
Entonemos, pues, el Cántico número 1: No necesito esta presión sobre mí…