lunes, 31 de agosto de 2009

El individuo "Pega"

Casos prácticos sobre individuos “enfermedad”, gente que con su sola presencia puede hacernos enfermar e incluso morir, a cargo del profesor Cornelius T. Wainwright, catedrático emérito de la Universidad de Maguncia y fundador del Estupefaccionismo, corriente filosófica que aboga por mantener siempre la capacidad de sorpresa como método defensivo frente a la realidad actual.

Hoy: El individuo “Pega”.

Como el título del caso de hoy puede inducir a confusión, aclararé que el significado de "pega” en este caso corresponde a la sexta definición del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia:

Pega.
6. f. Obstáculo, contratiempo, dificultad, reparo, que se presenta por lo común de modo imprevisto.

A la vista de esta definición, el individuo “Pega” es aquel que tiene una objeción o reparo contra todo en general y contra la vida en particular, no tanto en relación a su idiosincrasia propiamente dicha sino como actitud reactiva al momento presente en el que se halla dicho individuo. Unos ejemplos explicarán y aclararán mejor el concepto.

Ejemplo 1.
Sujeto 1
: Estoy aburrido, no sé qué hacer.
Sujeto 2: ¿Vamos al videoclub y cogemos una peli de esas que te gustan?
S1: ¿Al videoclub? ¡Qué rollo! Hace calor en la calle. Además no estoy para aguantar según qué películas.
S2: Bueno, pues ya es casi hora de cenar. Podemos ir al “chino” de la otra calle y encargar comida para llevar que la hacen muy bien y nos la comemos en la terraza, que ya se habrá ido el sol totalmente.
S1: …es que… ¡Comida china!… Ahora no me apetece…y no tengo ganas de que nos vean los vecinos.
S2: Pero si son muy simpáticos.
S1: No me gustan, siempre tan amables.
S2: Pues hijo, tú dirás, porque llevas una racha que no hay quien te aguante.

Ejemplo 2.
Sujeto 1
: ¿Donde podríamos ir el domingo?
Sujeto 2: Ay, no sé ¿Tenemos que ir a alguna parte?
S1: Mujer, hace buen tiempo y podemos salir al campo o a la playa.
S2: ¡Quita, quita! Siempre hay gente en todas partes y ya sabes que yo, en según qué sitios, no entro.
S1: Bueno, pues…podemos ir a ver a tus padres que hace tiempo que no vamos. Les hará ilusión y…
S2: ¡Ni hablar! Ya diré yo cuando iremos a ver a mis padres. Que luego tú siempre quedas bien y parezco yo la bicho raro.
S1: Me pregunto porqué.

Ejemplo 3.
Sujeto 1
: Mira Peláez, aquí tienes redactadas las medidas para la campaña de Navidad como me pediste. Échales un ojo ¿Qué te parece cómo quedan?
Sujeto 2: Pues la verdad no les encuentro la gracia. No veo que vayan a servir para gran cosa.
S1: Pero si salió todo de la reunión que convocaste el viernes pasado por la tarde, con todo el equipo comercial.
S2: Ya, pero no me convencen.
S1: Pero si tú propusiste muchas de ellas ¿Ya no te gustan?
S2: He cambiado de opinión. Ya no me convencen. Hay que convocar otra reunión para el viernes próximo, por la tarde. Y que no falte nadie.
S1: Esto no les hará ninguna gracia. Además de que perdemos dos semanas preciosas, que no tenemos, para prepararlo todo.
S2: Decías…
S1: Que me duele la cabeza. Voy a por café.

EL individuo “Pega”, como hemos visto en los ejemplos, vive en un sin vivir, cosa que, por otra parte no tendría más importancia sino fuera porque las leyes actuales le permiten relacionarse, casarse, trabajar y un sinfín de actividades más como por ejemplo dar el coñazo, joder la marrana y cabrear al personal, entre otras.
¿Cual debe ser nuestra actitud frente a estas personas? Apartarlas de nuestra experiencia vital a toda costa, pues su contacto genera enfado, malhumor, tensión alta, arritmia cardiaca, estrés de leve a moderado, pudiendo llegar a grave en contactos prolongados, además de una amplia serie de patologías que sería largo enumerar.
Si pese a los consejos anteriores, se encuentra uno ante una situación en la que no puede apartarse de dicho tipo de personas (matrimonio o vínculo familiar estrecho, por ejemplo, ya que dichas personas suelen moderar o suavizar su actitud cuando buscan un objetivo), si se es religioso recomendamos resignación cristiana y, si no se es religioso, cianuro en pequeñas dosis durante seis meses, en comida y cena, hasta la resolución del problema.

Hasta próximos casos.