martes, 21 de julio de 2009

Aún más rápido

Reciente imagen publicitaria de una conocida marca de jeans
Estaba dándole vueltas y esperando que pasaran unos días para aclarar las ideas antes de comentar, cuando el hecho se ha repetido, dejándonos a todos más estupefactos que la primera vez. Me refiero a la segunda violación múltiple en pocos días en la que se hallan envueltos menores, niños en realidad, tanto entre los autores como entre las víctimas. Primero en Córdoba y después en Huelva.
Publicaba un post hace cosa de un mes, más o menos, que titulaba Cada vez más rápido, en el que hablaba de la precocidad sexual de nuestros apenas adolescentes a los que la sociedad vertiginosa y mercantilizada en la que vivimos impulsa en una carrera para hacerlo todo antes, ya. Hace no tanto tiempo, con 13, 14 ó 15 años se era niño, apenas objetivo de acciones comerciales que no fueran los juguetes en Navidad y los helados en verano. No tenían poder de decisión económica ni mucho menos capacidad adquisitiva propia que no viniera muy mediatizada a través de los padres. No eran iconos de nada ni se tenían que preocupar por su imagen ni se vestían de forma clónica intentando aparentar una madurez que no les correspondía: eran simplemente niños, estudiaban y jugaban. Los había más gamberros (yo hice algunas) o menos, pero no había que correr sino tras una pelota o el compañero de juegos.
¿Qué ha pasado? En el post que os indicaba ya adelantaba un poco mi idea. Hemos transformado a los adolescentes en adultos, especialmente a ellas. Son los nuevos iconos, pero no de la infancia o la adolescencia sino de de todo el mundo. Son actores, modelos, presentadores de televisión, etc. Y su hueco ha sido cubierto por la parte de la infancia que se encontraba en la edad fronteriza: así las niñas y niños de 12, 13 y 14 años reproducen las actitudes y comportamientos de las edades de 17, 18, 19 y 20 años, con el sexo y las relaciones como casi único leit motiv de sus vidas. Y todo con publicidad, medios de comunicación y dinero enfocados en su nuevo segmento de mercado. Pero no sólo la sociedad, en abstracto, ha fomentado esos cambios. Los padres hemos participado, por omisión, en este proceso. Por omisión de educación, pues nuestra vida moderna es tan moderna que no tenemos tiempo para nada y hemos traspasado nuestras funciones a la escuela. Y la escuela, si la gente llega sin control, ha sido y es una jungla.
¿Cómo a niños de 13 y 14 años se les puede pasar por la cabeza planear y realizar una violación de una compañera de colegio? ¿Cómo una niña de 13 años ha podido tener previamente relaciones sexuales consentidas con uno de sus violadores de 14, relaciones que fueron grabadas y con las que la chantajearon posteriormente? No puedo imaginar siquiera unas torpes respuestas.
¿Cuál es la solución, si es que la hay? ¿Cómo se resitúan las franjas de edad para que las cosas, las experiencias, lleguen cuando la psique de los individuos este mínimamente preparada?
¿Soy un carca? Vaya decepción, yo pensaba que no. Pero tengo una hija de casi 5 años y estoy cada día más preocupado de lo que le pueda esperar en el futuro.